Escape de la dicotomía ciudad-campo

Si bien la idea de dejar la ciudad e irse a vivir al campo no es algo nuevo, esta pulsión parece haber permeabilizado el imaginario con mayor intensidad en los últimos años, en particular impactando en el proyecto de vida de muchos jóvenes profesionales de clase media, que cansados del estilo de vida urbano se han retirado a zonas menos pobladas.
Así lo refleja una nota publicada hace unas semanas (http://www.lanacion.com.ar/m1/1719058-la-era-del-nuevo-ruralismo) donde se referencia al fenómeno como “nuevo ruralismo”, hijo de aquellos primeros movimientos hippies que devinieron en las comunidades que se instalaron en el Bolsón en la década del 60, y se indaga en los motivos detrás de esta migración voluntaria de la ciudad al campo.

Un aspecto llamativo de la nota remite a las preguntas que se hace el propio cronista respecto de esta movida, preguntando “¿Retroceso civilizatorio o avance hacia una madurez diseñada? ¿Renuncia al confort o reconexión con uno mismo ante la vorágine urbana?” Ambos interrogantes esconden cuestiones fundamentales. Por un lado cabe preguntarse si este lugar común de la “vorágine urbana”, o incluso hablar de “estrés urbano”, no viene a soslayar un poco lo mal que se vive independientemente del lugar que se habita, estigmatizando la faceta urbana. Después de todo, es más fácil culpar a la ciudad y sus males que examinarnos más de cerca.

Por otro lado, en un momento en que los hitos clásicos de la adultez moderna se encuentran en crisis, qué implicancias estratégicas y operativas – tal vez más a favor de la cultura que del individuo- podrían tener esta clase de movilizaciones. Resulta conveniente que la noción de madurar esté hoy día muy asociada con el recorte general y la reducción de expectativas que conlleva la “vida simple”, la pregunta es, ¿conveniente para quién? Ante la falta de imaginación o la dificultad en la implementación de nuevos modelos, uno podría dejarse convencer que estas salidas “de diseño” son un camino plausible… ¿pero cuán sustentables son a más largo plazo?

Probablemente uno de los mayores desafíos en el clásico debate campo-ciudad sea no dejarse caer en esta dicotomía -por más tentador que sea-, y analizar posibilidades o estrategias híbridas y adaptativas, como se discutía hace unos jueves en el Club. En particular en un momento en el que la cultura urbana misma está mutando, dejando pequeños resquicios para que con el tiempo broten nuevas formas, quizás ayudadas por tendencias que se vienen observando en los últimos años como iniciativas de descentralización (algunas más integrales que otras) del espacio y los recursos, una mayor movilidad habilitada por la tecnología, e incluso el replanteo de costumbres muy acendradas socialmente como la noción de tener una propiedad (http://www.salon.com/2014/08/31/america_is_so_over_homeownership_why_the_shift_to_a_renting_economy_might_actually_be_a_good_thing/?source=newsletter).

Otra dicotomía engañosa que se plantea en estas discusiones suele ser la de la conexión con uno mismo vs la desconexión con el exterior, una necesidad en algún punto sana que emerge de vivir en un medio hiperconectado, derivada de planteos existenciales profundos, pero que también puede terminar enmascarando otras problemáticas vinculadas con el uso y el aprovechamiento de la libertad y nuestras posibilidades. En este sentido y para contrapesar un poco la ola de películas centradas en la vida salvaje y la huida de la civilización que se viene (http://www.nytimes.com/2014/08/28/movies/wild-and-tracks-explore-isolation.html?_r=0), tema muy estetizado recientemente, les dejo una editorial que invita a indagar en los peligros del “forest thinking” (http://aeon.co/magazine/health/john-burnside-thoreau-solitude/).

Para cerrar, la introducción de la reunión 21 donde se propone una nueva visualización de la ciudad a partir de un cambio de mentalidad, como punto de partida para el descubrimiento de nuevos lenguajes de capitalización personal.
https://www.riorevuelto.org/site/index.php?text=intro&id_intro=73&offset=0

Riorevuelto
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