Adelanto de la reunión de Club I+ 19/05

Hola a todos. Este jueves vamos a tocar un tema incómodo pero muy presente en nuestra cultura, la infidelidad en las parejas. Las estadísticas indican que es un fenómeno creciente (http://www.clarin.com/sociedad/tendencias/titulo_0_481151986.html) en el grupo menos pensado: ¡las mujeres!

Además, analizaremos nuevas tendencias para compartir el conocimiento que se alejan del paradigma formal, aprovechando nuevas tecnologías y los recursos de las redes sociales (http://www.skillshare.com/about/manifesto).

Por último, haremos una lectura crítica sobre la reciente ola de remakes de cuentos infantiles en formato de películas de Hollywood.

Todo esto y lo que tengas ganas de discutir, mañana a las 21:30 en el aula 12/13 del Pabellón II de Ciudad Universitaria.

Vení a Ciudad o escuchá la reunión en vivo en este link:
https://www.riorevuelto.org/site/index.php?text=ag_2&tipo=club&modo=reu&id_evento=381&filtro=&offset=0&nom=club

Riorevuelto
No Comments
  • Greta
    Reply

    Me quedé pensando un poco en lo que hablábamos ayer sobre el tema de los cuentos infantiles "remasterizados" para adultos. Me gustó mucho la idea que se presentó ayer de cómo en nuestra cultura se valora la infancia y cómo, a través de este tipo de productos, se apela a la añoranza. Ayer se dijo, entre otras cosas, que esto hacía que uno no se plantee preocuparse por cosas de adulto.

    Destaco dos cosas con respecto a eso: en primer lugar, la unilateralidad del planteo de "qué lindo ser niño", se lo destaca sólo como época libre de preocupaciones. Para mí, la infancia es sinónimo de impotencia absoluta, de dependencia y serias dificultades para obtener lo que uno quiere. Creo que las implicancias culturales de esta exposición fragmentada de lo que ser niño implica son bastante claras: siempre se presenta como mejor aquel escenario donde no hay nada de que preocuparse; en comparación con otro donde la preocupación existe, pero junto a los medios para hacerle frente (y con ello, un tipo muy particular de satisfacción).

    En segundo lugar, la triste representación que significa, existiendo tantas posibilidades, postular como objetivo más deseable un imposible tal (volver a la infancia). Si te plantean que lo mejor es ser niño, prácticamente te recortan toda posibilidad de felicidad futura, de superación y crecimiento. Y más triste es que ante esta imposibilidad, se aspira a una resignación nostálgica y contentarse con regalitos consuelo como ir a ver una remake de caperucita.

    Lo que es peor es que este tipo de posturas de "todo tiempo pasado fue mejor" parecen repetirse en cada etapa de la vida con respecto a una anterior, por ejemplo, una señora en sus cincuentas recordando cuan bello es tener veinti pico. Esto es, si a los veinte vas a añorar tu infancia, y a los cincuenta vas a añorar tus veinte, tal vez ahora que las perspectivas de vida son más amplias, a los ciento trece vas a extrañar ese momento en que tuviste ochenta… Este escenario me resulta francamente espantoso.

    20 de May de 2011 at 7:54 pm
  • Lau
    Reply

    Qué buena compilación de ideas charladas ayer y otras nuevas… sin embargo hay algo que me hizo un poco de ruido, creo que lo triste aquí no es que "el objetivo más deseable" sea un ideal inalcanzable (volver a la infancia), como creo entender que planteás vos en el tercer párrafo, sino la clase de ideal que es y lo que implica. Es decir, el carácter aparentemente imposible o distante de una meta, no sé si debería ser considerado algo negativo en sí mismo (o para el caso desanimarnos).

    20 de May de 2011 at 8:11 pm
  • Gisela Giacometti
    Reply

    La Cultura actual, es una respuesta de los distintos procesos que como sociedades hemos estado atravesando a lo largo de la Historia.

    Con las nuevas propuestas que reversionan los clásicos infantiles, podemos destacar lo siguiente:

    – Nos siguen hablando a nosotros, porque esos clásicos fueron NUESTROS clásicos. Cuando éramos pequeños, nos hablaban en un lenguaje propio de nuestra edad, y ahora que somos adultos… nos hablan en un lenguaje y citando códigos y usos propios de nuestra adultez.

    – Permite que, a través de la identificación que sentimos por esos clásicos( que se presentan como un poco de nuestros clásicos, y se encuentran con ese poco que nos queda de niños), manipularnos emocionalmente con nuestras emociones infantiles: por ejemplo, mi hermana de 19 años, volvió a consumir merchandasing de DIsney, a partir de las reversiones.

    – Explota ademas de nuestro lado infantil, nuestro lado adulto. Porque siendo adultos tomamos nuestras propias desiciones, somos solventes como para sostenerlas.

    Antes, el circuito era mas rústico, al niño se lo provocaba con el producto, el niño deseaba, el niño pedía a sus padres, sus padres decidían por él, sus padres comproban.

    Actualmente, nos convocan como infantes y como adultos. Nos provocan como niños, para que con deseo infantil e inocente deseemos, y decidimos como Adultos, porque decidimos y pagamos sobre aquello que deseamos…

    Es una Explotación muy completa e inteligente de la población. Porque como siempre, siguen incentivando a niños, para que compren sus padres, y ahora, incentivan a los adultos, para deseen y compren como niños con poder de hacerlo.

    21 de May de 2011 at 6:38 pm
  • Charly
    Reply

    Hola Gisela, tu interesante post me dispara algunos comentarios.

    Aunque más adelante tengo pensado armar un thread específico sobre el tema, no quería dejar de observar cómo en la actualidad existe una tentación muy fuerte en ciertos sectores para conceptualizar al consumo como uno de los principales problemas sociales, sino el principal.

    Ante cualquier visualización de un fenómeno cuestionable, en vez de buscar explicaciones profundas que motiven o respalden ese fenómeno, rápidamente se busca una explicación anti-consumista, probablemente derivada de una predisposición crítica al capitalismo en general.

    Y es que, detrás de cada acto cultural, se desprende una proyección en distintos planos: podríamos ver un plano simbólico, otro tecnológico, un plano material, transaccional, etc.

    Y así como, por ejemplo, la tecnología difícilmente sea buena o mala en abstracto, el consumo tampoco debería serlo.

    Creo que el hecho de que una dinámica tenga un correlato o un apoyo en determinada lógica de consumo no debería ser ni una característica negativa en sí, ni tampoco un modelo explicativo del asunto de fondo.

    Saludos!

    24 de May de 2011 at 2:11 am
  • Gisela Giacometti
    Reply

    Coincido completamente. Creo que hay que cambiar el Criticismo Negativo, por un Revisionismo Productivo. A mi, personalmente, me resulta fascinante reconocer e interpretar el fenómeno masivo de la persuasión comercial permanente y progresiva, que se vive en prácticamente, todos lados.

    Pienso, que es un fenómeno digno de observación y de aprendizaje, si logramos que ser Personal, sea tener un celular de esa compañía, que Claro-me-cope, que MasterCard pueda comprar todo lo que tenga un valor comercial, y que Coto, me conozca (?), entre otros casos, podemos llegar a elaborar buenas estrategias para la inserción de políticas culturales de aplicación masiva, o que se yo, por ejemplo, una campaña grande de concientización respecto de la responsabilidad social que todos tenemos para con la Cultura, y el desarrollo que nos permite como individuos y como sociedad; aprovechando los recursos que esta forma de captación de masas aplica.

    ¿no?

    Saludos

    ¡Au Revoire!

    24 de May de 2011 at 11:34 am
  • Daniela.
    Reply

    Hola a todos, me parece muy interesante este intercambio…pero debo decir que el último comentario me preocupa un poco…no se si tomarlo como una crítica o como una propuesta. Me choca un poco la relación que se hace en cuanto al uso de las estrategias comerciales con la planificación de políticas públicas. Me parece que un plan conductista de movilización de masas dificilmente pueda tener que ver con el logro de una concientización, mucho menos si se pretende una concientización a largo plazo. La concientización, me parece, implica necesariamente la reflexión, del por qué es importante tal o cual cosa, con el necesario espacio para la respuesta de aquel al cual se interpela… difícilmente podamos llegar a alguien si no comprendemos sus hábitos, formas de pensar y sentir, formas de relacionarse y hacer cultura. No sé, me parece una estrategia un poco sobervia querer imponer algo desde la propia mirada y forma de conocer la cultura, no respetando la posibilidad de una respuesta…lo que podría llegar a lograrse es una inducción o sugestión, no una concientización…obvio que esta es mi opinión, una opinión más…

    En cuanto al consumismo, no creo que el consumo esté bien o mal en si..el problema, pienso es cuando a una sociedad se la adjetiva como sociedad de consumo, o sociedad de masas, porque lo que se está diciendo es que esa es su principal característica…su objetivo, su lei motiv de existencia…está reflejando un tipo de sensibilidad, un tipo de mentalidad, una escala de valores…está, en definitiva definiendo un tipo determinado de sociedad o de ser social.

    Por último, quisiera agregar algo más relacionado con este tópico en particular: caperusita roja no es de nuestra generación, tiene siglos dentro de la cultura oral y popular. En cada momento histórico se la llenó y se la adaptó con elementos particulares, con un "mensaje". Es algo así como un mito…yo no vi la película, pero estaría bueno reflexionar acerca de cuáles son los aspectos que la misma está apuntalando..si acaso no es coherente con otras producciones culturales de esta época-aunque toquen otros temas- y a sus estrategias de interpelación..y si acaso el relato no es solamente una excusa.

    Espero haber aportado algo 🙂

    Saludos!!!

    25 de May de 2011 at 12:20 am
  • Charly
    Reply

    Estoy de acuerdo con Daniela en que probablemente los resortes para promover una toma de conciencia acerca de la Cultura, comparado con los correspondientes a la típica dinámica publicitaria, me parecen bastante diferentes. Acaso las predisposiciones, tácticas, públicos y funciones mentales involucradas también sean muy distintas.

    Cada vez estoy más convencido de que el desarrollo de Culturas independientes sólo puede estar muy alejado de todo lo que tenga que ver con lo masivo, y por ende, sólo puede estar muy alejado de lo estatal y así de las "políticas públicas".

    Con respecto al consumismo, yo no creo que la principal característica de esta sociedad sea el consumo, a menos que consideremos el mismo como la irrefrenable propensión de sus individuos a auto-consumirse.

    Volviendo a la acepción tradicional del término, el sindicar a esta cultura como esencialmente consumista es detenerse en un simple indicador de un fenómeno en vez de interpretar al mismo, en este caso el vacío.

    Inclusive este vacío puede someterse a una abstracción superior, que se constituye por el proceso de disgregación del conjunto de caducas instituciones culturales sobre cuyas ruinas tiende a no construirse una nueva dinámica, sino más bien lúdicas señalizaciones de lo que ya no funciona más.

    Saludos!

    25 de May de 2011 at 4:42 pm
  • Daniela.
    Reply

    Hola, con respecto al consumismo…cuando algo se califica de, no sólo se está haciendo una afirmación-peligrosa- de lo que algo es, sino a su vez se están dejando afuera otros aspectos, (que bien pueden estar funcionando),ocultando, además, posibilidades de lo que puede ser, de su aspecto potencial…en este caso, creo, no solamente se está etiquetando una sociedad, sino que a su vez se está naturalizando una forma de ser, que tampoco se explica bien qué es, de qué se trata, ni cuáles son sus causas, entramado y dinámica- lo que hace a la eficacia del discurso-..

    Tampoco hay que dejar de ver que si bien el término puede ser simplista deja una gran impronta mental, es una imágen muy fuerte…de: "el mundo es así"…y si el "mundo es así" por lo tanto…por eso no es una afirmación inocente.

    Podemos sí, reconocer ciertas características, digamos que la sociedad actual no es propensa a la reflexión, ni a la compasión ni a la empatía (lo que genera un gran sentimiento de vacío y soledad). Por supuesto que estoy generalizando, pero en mi opinión es lo que abunda…

    Consumir…consumir qué? modelos culturales? formas de pensar? hábitos? sensibilidades??? pero por qué?… está mal consumir? ni bien ni mal, creo yo…pero qué pasa con la creación, con la reflexión, con la búsqueda de sentido- con la posibilidad de reconstruir los mapas que nos permitan conocer e interactuar con la realidad de una manera más sana, con la posibilidad de crear una cultura y cultivar aquellos aspectos que nos permitan ser más plenos…

    Espero no haberme ido mucho de tema :s..

    Saludos!

    26 de May de 2011 at 1:59 am

Post a Comment