Adelanto de la reunión de Club I+ 02/06

Esta semana en el Club I+ les proponemos abordar un tema recurrente a la hora de hacer un diagnóstico acerca del malestar general que se manifiesta en esta cultura: el consumismo. Analizaremos la filosofía anti-consumista (y los movimientos que inspira), y el rol que ésta cumple como descriptora casi universal de la mayoría de los problemas actuales, sin permitirse ahondar en las causas más profundas que generan estas criticadas modalidades de consumo.

También como siempre haremos un recorrido por sucesos y tendencias recientes, con material para reflexionar acerca de las posibles implicancias de las últimas advertencias sobre el uso de celulares, nuevas tácticas en la invasiva avanzada publicitaria, ¡y mucho más!

Vení a Ciudad Universitaria o escuchá la reunión en vivo en este link:
https://www.riorevuelto.org/site/index.php?text=ag_2&tipo=club&modo=reu&id_evento=384&filtro=&offset=0&nom=club

Laura
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  • Daniela.
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    Hola, cómo están? Acabo de escuchar el audio de esta reunión. Me pareció que estuvo muy buena la discusión. Como no tuve la oportunidad de participar en el momento me gustaría hacer algunos comentarios que quizá agreguen (o quizá no :s) al debate-porque creo que es un tema que da para mucho y está lejos de cerrarse.

    En primer término me parece que habría que hacer la diferencia entre consumo-como acto- y consumismo-como identidad, que como todo ismo tiene una lógica cerrada sobre sí misma. El consumismo en éste último sentido, donde a una sociedad se la caracteriza o se autocaracteriza como tal , se convierte en una definición y núcleo de sentido de su ser. Implica a su vez un tipo de relación, donde el consumo deja ya de ser de alimentos (notemos que nos alimentamos desde que la raza existe, pero es hoy en día que particularmente se le adjudica esta denominación a la sociedad en la que vivimos), este consumismo se expande hacia toda la experiencia humana, se consume, no se interactúa, comprende, reflexiona o crea. Y este tipo de relaciones generan y a su vez son consecuencia de un tipo particular de sociedad que aprehende el mundo de una determinada manera.

    Así por ejemplo, la naturaleza está allí para consumirla. Lo que quiero decir es que se termina cosificando el mundo, a las personas, las ideas. Cuando todo se vuelve consumible en el imaginario individual y social, se vuelve de esa manera en la práctica.

    A su vez se encuentra también el tema de la propensión inercial al consumo de productos, no porque sean necesarios, ni siquiera muchas veces porque brinden satisfacción, sino que construyen identidad, personalidad. Una identidad frágil y una personalidad indefinida. Las respuestas se buscan en el afuera, en lo hecho, en lo dado, en la opinión ajena, uno se vuelve no un consumidor de, sino un consumista exacerbado porque está buscando una plenitud que, por este camino nunca va a encontrar.

    En cuanto al punto con el cual cerraron el debate: el miedo al cambio y la complejidad. Creo que este miedo viene por dos factores. El primero creo que tiene que ver con las promesas incumplidas de la felicidad del consumo del confort que como se ha hecho evidente a traído consecuencias devastadoras, tanto para el medioambiente natural como para la psiquis humana. En segundo lugar creo que tiene que ver con que la cultura con la cual nos manejamos no está a la altura de la velocidad de los cambios que, por ejemplo, se producen los dominios de la tecnología, no está a la altura para incorporar y darle sentido a esos cambios (en cuanto a significación y direccionalidad). Y esto es, creo yo, porque se hace hincapié en la renovación de las tecnologías pero no en la construcción de sentido, la población no está preparada para ello, está preparada para tomar los productos hechos dentro de un marco cultural dado. Y si no miremos cuales son los modelos actuales de educación…

    Bueno, espero haber aportado algo :)…

    BESOS!

    17 de June de 2011 at 3:32 am
  • Charly
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    Hola Daniela, tu comentario me dispara algunas ideas…

    Primero, el hecho de que desde ciertas miradas se considere como rasgo primario de nuestra sociedad al consumismo no me parece un argumento convincente, ya que precisamente se lo hace desde una lectura acultural del asunto, es decir, desde modelos de pensamiento para los cuales es conveniente focalizarse en los síntomas y en los fenómenos intersticiales, en vez de apuntar críticamente a las causas profundas.

    Por ejemplo, imaginémosnos una postura filosófica que se la pase, al estilo de la bella Historia sin Fin, criticando a la Nada, al vacío. El problema no es el vacío, sino la dificultad de generar cosas! Si uno hace cosas sólidas, el vacío se va! Del mismo modo, el consumo se encuadraría en su razonable dimensión operativa si los pilares culturales de construcción de individualidad en esta Cultura Central (familia tradicional y profesión fragmentaria) no fueran tan impresentables (podría decirse que son bombas de vacío).

    Esto aplica también a la relación con la naturaleza. No creo que el problema sea que el hombre pueda conquistar el orden ambiental, modificarlo y consumirlo, sino que falta un factor equilibrante de la ecuación, un sentido estratégico que pueda constituir una agenda vital, de construcción, consumo y regeneración de la naturaleza y de todo ambiente virtuoso.

    Hasta que no pongamos en el centro del debate a los pilares nodales de la Cultura y lancemos a la visualización colectiva a los modelos superadores, será vano quejarse o intentar contener los daños colaterales del "sistema": consumo extremo, daño ambiental, desastres por desbordes de complejidad, epidemia de infelicidad y adicciones, etc.

    ¿Puede la Cultura de la Muerte defender consistentemente la vida? Es como pedirle "peras al olmo"…

    Y Daniela, no seas vagoneta y venite al Club 😉

    Besos.

    19 de June de 2011 at 5:58 pm
  • Ivan
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    Hola,
    Me gustaria detenerme en algo que a mi me suena bastante.
    Este anticonsumismo me sugiere una carencia de situacion y aprovechamiento al contrario de lo que, para mi, deberia plantear. No parece ser un modelo en verdad, mas bien una tendencia del mismo que quieren negar. Anticonsumismo se me presenta como la posibilidad de poder elegir libremente sobre productos/servicios planteados para satisfacer las necesidades con el menor desperdicio posible.
    En las ultimas decadas, este movimiento, anti-reflexivo, denominado anticonsumista, no hizo mas que reforzar lo que tanto cuestiona.
    Acaso las industrias relacionadas con los productos y servicios para alejarnos de la masa comun, consumista desenfrenada, no es sino otro sector del mercado con un tono elitista?
    No parece que en vez de generar un cambio, esta postura parece descomprimir y eliminar la posibilidad/voluntad de accion en cierto sector?

    (Teclado en Ingles, sepan disculpar)
    Saludos!

    22 de June de 2011 at 10:51 am
  • Daniela.
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    Es mecanismo y tendencia de la cultura hegemónica y aún de nuestras propias subjetividades, en tanto que la introyectamos, es el de enmascarar la necesidad de un cambio con respuestas engañosas al mismo. En este caso, si el consumismo-como modelo, tal como lo planteo en comentario anterior- es consecuencia de un tipo de cultura que nos lleva a actuar y relacionarnos de determinada manera-y desde determinada perspectiva-, en lugar de generarnos satisfación no hace más que manifestarse como una burda prótesis a una personalidad mal estructurada funcional a un sistema dado, a un statu quo.

    Si apoyamos nuestra identidad, si queremos construirla desde ahí como una desesperada búsqueda de darle sentido a nuestra vida, el consumo de otros productos "alternativos" responderá a esta misma lógica y no será, para nada, causante de un cambio, sino que estará reforzando el mismo modelo que nos hace buscar las soluciones a él. Como la frase del "Gatopardo":"Cambiar algo para no cambiar nada".

    Besos!

    23 de June de 2011 at 9:25 am

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