Adelanto de la reunión de Club I+ 30/06
El debate sobre la trascendencia artística iniciado por el reciente Viewpoint abre la puerta a una nueva discusión: ¿qué impacto tiene la profesionalización ya no sólo en el arte, sino en toda actividad realizada por el hombre?, y, ¿de qué manera el "componente profesional" afecta sus posibilidades concretas de incidencia en el mundo?
Los esperamos para discutir sobre este y otros temas, como siempre, este jueves en el Club I+. También recuerden que pueden escuchar las reuniones y participar en vivo del espacio aquí:
https://www.riorevuelto.org/site/index.php?text=ag_2&tipo=club&modo=reu&id_evento=390&filtro=&offset=0&nom=club
Lau
Me quedé pensando en el "juego de las asociaciones" que se propuso ayer en un momento de la charla en el Club I+, apuntado no a tratar de demostrar el carácter intrínsecamente positivo o negativo de algo, sino a pensar en tender redes de sentido entre los fenómenos, es decir ver qué se asocia con qué, y así poder desentramar dinámicas más o menos virtuosas en torno a determinados criterios, por ej, la valoración y el cuidado de la vida (con aspiraciones a su prolongación en el tiempo) en contraposición con dinámicas de autodestrucción y muerte. De esta manera, y teniendo en cuenta este criterio, podríamos entonces hacer una ponderación más consistente sobre qué modelos resultan más constructivos para el individuo, o cuáles son menos afines con el objetivo de desarrollar todas sus potencialidades.
Ya que lo que se estuvo discutiendo en un momento era la posibilidad de considerar al arte como uno más de los modelos de administración de la finitud que te propone esta cultura hegemónica, quiero vincular a una figura reconocida del mundo artístico con lo que para mí es una clara muestra de una gestión perdidosa de los recursos personales, tendiente a una resignación ante la muerte.
Les dejo un comentario que el director de cine Peter Greenaway hizo en una entrevista reciente (http://www.revistaenie.clarin.com/escenarios/cine/cine-medio-pasado_0_497350319.html) cuando se le pregunta por sus planes de suicidarse a los 80 años:
"Todo el mundo quiere vivir por más y más y más tiempo. Mi pregunta es: ¿Para qué? El mundo realmente le pertenece a la gente que tiene enormes energías y que son jóvenes. Entonces, digamos, entre los 16 años y los 40. Estas son las personas que crean la energía del mundo. Y dado que hay tan poco espacio para todos nosotros ahora en el planeta, vamos a tener que encontrar una ecuación para lograr lo mejor para la civilización."
…predisposición que creo es bastante representativa de cómo se orientan y producen en consecuencia muchos otros artistas, y expresiva del arte en sí.