Mentira 2.0

Para continuar un poco con la línea conceptual trabajada ayer en el Club I+ quería dejarles algunos testimonios que dan cuenta de la nociva naturalización que existe en torno a la mentira en diversos ámbitos, y luego algo de información para sustentar la interesante tesis sobre el autoengaño como evolución de la mentira en tiempos de "photoshopeo" y decepción generalizada.

Primero les dejo algunas citas de la nota "El secreto de la pareja – Mentir es esencial para mantener una relación?" de la Newsweek Argentina de esta semana, donde pueden ver incluso el reprochable posicionamiento de la psicología:

*Carla Couto responsable para America Latina de Second Love (sitio de citas destinado a hombres y mujeres casados): "Hombres y mujeres usan la mentira para hacer perdurar su relación sin ofender o herir al otro. A veces la mentira es la única verdad posible. No quiero hacer una apología de la mentira, pero no soy fundamentalista al observar sus aplicaciones en la vida real"

*Eduardo Drucaroff miembro de APA (Asociación Psicoanalítica Argentina) e investigador en temas de familia y pareja "aconseja a sus pacientes a que no confundan 'sinceridades' con 'sincericidios'".

La periodista y escritora Ana Von Rebeur va aún más lejos y habla del costo de la sinceridad en la esfera laboral: "Por lo general, decir la verdad en el mundo laboral es grosero e inconveniente. Hay que ser cortés y parecer idóneo, así que resulta fundamental mentir continuamente. El que no sabe mentir, pierde. (…) Nunca permitas que la verdad te arruine un buen negocio o te quite una oportunidad en la vida, la realidad es distinta para cada uno, y la puedes torcer a tu antojo".

Simultáneamente, el investigador Robert Trivers autor de libros sobre el tema, postula al autoengaño como una forma evolucionada de la mentira, ya que para mentir mejor se requiere toda una reorganización interna de la información. En este sentido, Trivers explica que la "self-deception" opera ahorrándole al individuo lo que se denomina como "carga cognitiva", por lo que el cerebro funciona más eficientemente obviando las contradicciones que se presentan. A su vez, esta práctica también sirve al fin de que el engaño sea más creíble, ya que la persona que se autoengaña es menos propensa a exhibir los clásicos signos delatores, e incluso cuando la mentira es detectada puede ser justificada discursivamente o racionalizada como un proceso inconsciente.

Siguiendo la paradoja expuesta por Trivers acerca de por qué contando con sistemas perceptivos y sensoriales tan avanzados se busca distorsionar la información concientemente y destruir la verdad, quizás habría que integrar el panorama biológico con el cultural, entendiendo cómo nos estamos acostumbrando mental y espiritualmente a convivir con cartón pintado, haciendo de la gestión de las decepciones un pasatiempo más costoso de lo que imaginamos.

What a tangled web we weave
http://www.newstatesman.com/lifestyle/2011/10/self-deception-sex-women

Riorevuelto
No Comments

Post a Comment