El Río de la Independencia

Vivir cada época, la nuestra, merece un tiempo de perspectiva.

Que todo venga de allá lejos, pretendiendo indefectibilidad, invita especialmente a doblar la apuesta y jugar a las posibilidades.

Probablemente sea difícil encontrar otro momento en la historia de la humanidad como éste en el cual haya semejante potencialidad de conocimiento, discusión y concepción de alternativas prácticas y personales.

El avance de la informática y la biotecnología impacta en las capacidades operativas de todos los niveles de organización, pero sobre todo revoluciona el campo de acción del individuo, siempre sujetado a gran escala hasta ahora por una invisible prerrogativa de levedad.

Sin embargo estos cambios generan una zozobra creciente en el ámbito cultural, que parece aferrarse a la inercia como dinámica de preservación, multiplicando cada vez más la distancia que existe entre las disponibilidades y la aptitud de su utilización sustentable.

Familia y profesión tradicionales, las principales instituciones que han regido la oferta de proyectos personales que inspiran a cada ser humano a pensarse como tal y construir futuro, se encuentran en una profunda crisis que lejos de ser asumida es camuflada con una constante invocación de falsas disyuntivas.

La aparente ausencia de caminos alternativos le da a estas elecciones estratégicas el carácter de vía naturalizada e indudable, inhibiendo un espíritu de búsqueda e innovación allí donde la época y la importancia intuitiva y declarada más piden: los proyectos de vida.

Esta reducción a su vez permite un bajo aprovechamiento de los numerosos conflictos y frustraciones desencadenadas masivamente por estos modelos tradicionales, ya que al no visualizarse opciones reales se dificulta asociar un resultado final negativo a una necesidad de optimizar el proceso de elección, motor principal en la construcción de cultura.

Los medios, el arte y la academia, lejos de poder devolver un panorama que promueva la apertura, son partes centrales en la costosa replicación de esta inercia, esperable respuesta como beneficiarios de los voluminosos subsidios del “clientelismo cultural”.

Sin embargo, se percibe cierta factibilidad de cambio ya que la alternancia ante la saturación, en un conjunto autolimitado de opciones, va mostrando su agotamiento producto de una inocultable economía en su genética: la negación como receta de diversidad.

La redefinición del margen de maniobra del individuo y de su capacidad para constituirse como protagonista creador y responsable, le arrebata al automatismo social de lo supuesto su falsa cobertura de garante, e inaugura un campo de conciencia más extenso para honrar más naturalmente la vida que se expande y evoluciona.

Esa esperanza lleva a un encuentro.

La ética, la sustentabilidad, el compromiso, la satisfacción y sus amigos no entienden cómo pudieron estar separados tanto tiempo, y deciden vivir para siempre en el hombre independiente.

Carlos Lavagnino
5 Comments
  • pablo
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    o creo que la inercia está muy clara en todos estos procesos culturales de los que hablamos. Acaso no te llama la atención que la abrumadora mayoría de las personas viva de la misma manera? (con respecto a estos grandes sistemas, familia-profesión, de los que hablamos).

    Reconozco que hay un proceso dinámico, pero si ese movimiento es tan pequeño que no modifica esencialmente las cosas, es solo un chicle más para nuestras mentes (y también nuestras vidas).

    Estoy completamente de acuerdo con que este es el mejor momento para salir a la cancha, pero no coincido en que existan tendencias alrededor del mundo que apunten a lo mismo que aquí se plantea. Por lo menos en lo que a mi experiencia respecta, hay justamente una vacuidad total.

    Lo importante es estar atento para así poder encontrar más proyectos como éste en el ancho mundo, pero aún mejor, aplicar estos modelos a nuestras propias vidas para no caer en esta inercia.

    26 de July de 2007 at 1:22 am
  • Mercedes
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    Definitivamente es un momento histórico formidable para alcanzar nuevos horizontes y HACER visualizar todas las contradicciones que coexisten en el ámbito cultural. No sé si me parece hablar de inercia, en realidad es un proceso dinámico y, dentro de esa dinámica se generan muchas resistencias que pocas veces llegan a conocerse o a manifestarse completamente. A su vez el ámbito cultural se produce y se reproduce constantemente y sin quererlo a veces formamos parte de ese proceso de reproducción. Aún así me parece que a nivel mundial hay muchas tendencias hieráticas que estaría bueno difundir y aprovechar
    Es buenisimo que se genere un ámbito como éste para pensar sobre ésta problemática y encontrar alguna posibilidad de apertura…..una posibilidad de evitar ésta monotonia y terminar con ésta mirada miope que nos deja cada vez mas limitados.

    26 de July de 2007 at 6:00 pm
  • Mercedes
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    Yo creo que hablar de inercia en esos términos es pasar por alto muchísimas cosas, dentro de ellas, la capacidad de acción del hombre y su potencialidad. Salvo que haya entendido mal, sería pensar que el hombre meramente “se deja llevar” y creo que en el ámbito social y cultural los mecanismos son más complejos. Desde ya hay condicionamiento pero también hay acción, diversidad y conflicto. (sobre todo porque no creo que se trate meramente de un asunto cultural…también está combinado con cuestiones políticas y económicas)Por otro lado el tema de vivir “de la misma manera” es algo relativo…es sabido que no existe una cultura mundial y no se vive igual en todas partes. …. salvo que te refieras a las grandes ciudades occidentales. Aunque tenés razón al hablar de la familia ya que la monogamia (acompañada de otras características) es la base de la institución familiar en la mayoría de las culturas actuales.

    Por otro lado, creo que los cambios esenciales que han ocurrido en la historia tuvieron procesos largos de gestación…entonces creo que hay que reconocer y mirar esa dinámica. Ningún cambio profundo y cultural fue completamente abrupto, me parece que siempre ocurrió de modo combinado.

    Por ahí me expresé mal, pero cuando hablé de movimientos de cambio… no me refería a tendencias que apunten “a lo mismo que aquí se plantea”, sino iniciativas organizadas de cambio. No creo que haya una vacuidad total, pero estaría parcialmente de acuerdo ya que no hay iniciativas tan holísticas como ésta (dentro de lo que conozco).
    En lo que resta…coincido, no hay nada mejor que aplicar esos modelos a nuestras vidas

    28 de July de 2007 at 11:08 am
  • Lau
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    Hola a todos, bueno yo quería sumarme al debate con algunos comentarios…

    Me parece piola lo que plantea Mercedes en cuanto a la inercia, respecto de que estamos hablando de procesos bastante complejos a nivel individual que implican no sólo una actitud de dejarse llevar por parte de la persona… en todo caso a la figura del conflicto uno podría sumarle la del cinismo por ejemplo.

    De todas formas adhiero con el espíritu que propone Pablo en cuanto al hecho de que es bastante observable como fenómeno que hasta cierto punto hay mucho de pasividad y poca actitud de construcción. Parecería ser más fácil replicar que proponer.

    En cuanto a lo que decís vos Mercedes de que no existe una cultura mundial y no se vive igual en todos lados, creo que si hablamos de cultura entendida como el idioma, las costumbres específicas y este tipo de variables un poco más lineales, tenés razón. Ahora si ahondamos un poco en cuanto a los modelos de vida por los cuales se opta, el traspaso cultural que se hace de ellos, si hacemos hincapié en la actitud ante la vida (y el posicionamiento respecto de la muerte), creo que sí se vive bastante parecido tanto en el oriente como en el occidente. Ojo que no estoy diciendo que cada uno no tenga sus elementos atenuantes o potenciadores, y desde ya sus características locales.

    Vos mencionás a la monogamia como un elemento cultural más transversal, bueno pero también hay otros arquetipos que se repiten, tenés a la universidad (entendida como la forma hegemónica en la que la gente se educa y aprende), la profesión (es decir el rol productivo que cada uno juega en la sociedad) y el esquema de trabajo y administración de los tiempos de vida que se aplican en la actualidad…

    Lo último, me encantaría que me contaras un poco más a qué tendencias hieráticas te referías cuando hablabas de las propuestas a nivel mundial que estaría bueno aprovechar.

    Un beso!

    28 de July de 2007 at 3:36 pm
  • Babu
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    El momento histórico formidable invita a redoblar el espíritu crítico y someter a juicio ciertas definiciones que la academia ha intentado inculcar a esta cultura. Una de ellas, y a la que entiendo Mercedes hace mención, tiene que ver con relativizar la autonomía y el poder de cambio de un individuo en tanto las dinámicas culturales son tan complejas que tienen a los individuos como reproductores de esas dinámicas quieran o no. Algo así como, diagnosticá lo que quieras pero tené en cuenta que sos parte del diagnóstico porque estás en este mundo.

    Por lo pronto, yo no concedería la noción indulgente de que los individuos a veces formamos parte de “ese proceso de reproducción” sin quererlo…

    Besos!

    30 de July de 2007 at 10:28 am

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