Puesta en valor del cinismo

Encontré esta nota, escrita la semana pasada por el ex futbolista Roberto Perfumo, en el diario deportivo Ole, que me parece interesante compartir: (http://www.ole.clarin.com/notas/2009/06/30/varios/01949214.html)

A cuento de la participación de Estudiantes de la Plata en las etapas finales de la copa Libertadores de América 2009, Perfumo intenta defender a aquel equipo de Estudiantes multicampeón de la copa de fines de los años 60.

Tomando en cuenta lo que ese equipo simboliza en la historia del fútbol argentino, me parece inaceptable la “puesta en valor” que ensaya Perfumo. Él mismo reconoce que ese equipo es recordado a lo largo de los años por las prácticas mafiosas, las agresiones a los rivales, la trampa. En síntesis, es evocado como el equipo del “antifútbol”.

Sin embargo, intenta reivindicarlo. Por un lado, propone una relativización de algunos aspectos facinerosos que se le imputan a aquella “escuela de la trampa” (dice, por ejemplo, que no es cierto que pinchaban a los rivales con alfileres). Pero luego contradice esa relativización cuando admite otras tantas prácticas deshonestas y, con una cuota importante de cinismo, alega que en el fondo todos las practican (“y los chamuyaban… como si los jugadores no lo hubieran seguido haciendo hasta hoy”).

A mi entender, esta polémica no se restringe al fútbol. Mirar con simpatía a los ventajistas del deporte es todo un posicionamiento en la vida. Lo mismo que proponer un balance entre los componentes “malos” y los “buenos” (reclama que la mirada histórica no se detenga sólo en el “vale todo” sino en los buenos jugadores que tenían, como si una cosa compensara la otra).

Creo que lo más grave de este relato es la aceptación del “antifútbol”, apelando a la naturalización de la trampa como estrategia. Eso dice mucho acerca de la concepción del mundo, de la ética dominante en esta cultura.

Besos!

Riorevuelto
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