Ni idea

Hola a todos! Bueno quería compartir con uds una entrevista a Linda Koch Lorimer, la vicepresidenta de la Universidad de Yale publicada el domingo en Clarín. Me interesó porque muestra un poco el desconcierto que gran parte del mundo académico parece tener en cuanto a cómo posicionarse en estos tiempos que, tecnología mediante, plantean nuevos desafíos y exponen cuán demodé han quedado ciertos estándares de la educación formal.

Pese a que el titular rezaba “Las Universidades ya no pueden funcionar como torres de marfil”, y si bien uno no esperaba “insights” muy críticos pero sí al menos algo novedoso, lo que sigue es un recorrido por los lugares comunes de la supuesta crítica al modelo educativo actual: que la universidad debe modernizarse incluyendo tecnología y haciendo sus clases interactivas (vaya novedad), que los profesores deben pasar a ser “tutores” acompañando el aprendizaje del alumno (probablemente una realidad a la que tuvieron que adaptarse forzosamente), etc etc etc

Cuando el cronista la interpela preguntando si en definitiva es la tecnología la que termina guiando los cambios, y si no debería pensarse todo un paradigma educativo nuevo, Lorimer se remite a darle la razón y precisar de manera muy vaga lo siguiente:

“…en educación el modelo primario ha permanecido incólume durante un siglo o más; de hecho, yo diría más de un milenio. Se trata sobre todo de la manera en que fuimos educados, que es la misma manera en que Confucio y Aristóteles enseñaban: un maestro físicamente presente ante sus alumnos y alumnas. Este ha seguido siendo el modo dominante de transmitir el conocimiento. Hacía ya dos décadas que hablábamos de una revolución tecnológica en la educación. Finalmente, esa revolución ha llegado y no sabemos bien cómo será, pero dice usted bien: estamos en presencia de un nuevo paradigma.”

¿De qué se trata este paradigma? Creo que ni ella lo sabe muy bien.

besos

"Las Universidades ya no pueden funcionar como torres de marfil"
http://www.clarin.com/suplementos/zona/2010/04/04/z-02173382.htm

Laura
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  • Iván
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    Hola,
    Me esperaba otra cosa, cada vez tengo más preguntas sobre la educación y menos respuestas para entender que están haciendo.

    ¿Por qué compara con escuelas de Filosofía la educación actual? Difieren tanto en metodología como en contenidos y en su fin último. Totalmente irrelevante la anécdota.

    ¿Por qué se menciona que hoy en día los conocimientos se vuelven obsoletos en tan poco tiempo si la solución que toman es formar personas más técnicas y específicamente especializadas con lo que eso acarrea?

    Admite que tenemos fecha de vencimiento, y como pregunta Lau, ¿Esta mujer sabe de lo que esta hablando?

    ¿Este es todo el planteo que hace una de las instituciones mas reconocidas del mundo sobre esta cuestión?

    Que miedo… Buenísima la nota.

    9 de April de 2010 at 4:49 pm
  • Babu
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    Hola Iván, quiero sumarme a tus cuestionamientos aportando una nota que salió hoy en el diario La Nación de Argentina. En este caso se trata de un reportaje a Inés Aguerrondo, especialista en educación y ex funcionaria en áreas afines de la Ciudad de Buenos Aires y del Gobierno Nacional.

    Bajo el título "La vieja escuela no sirve en el siglo XXI", recorre (al igual que Lorimer) todos los lugares comunes imaginables (en este caso de la crisis de la institución escolar) sin aportar una sola idea innovadora ante tan lapidario diagnóstico.

    Afirma que la escuela, como modelo organizativo e institucional generado hace 250 años, es insostenible. Y sugiere, como solución, que el aprendizaje tiene que ser entre los alumnos, que las actividades tienen que ser variadas y que el pizarrón no va más. Y eso es todo! Eso sí, le pone un título a sus ideas: "entornos de aprendizaje"…

    Creo que la carencia del discurso pone de relieve tu pregunta acerca de si estas mujeres saben de qué están hablando. Al respecto, considero que esta tendencia de los “especialistas” de reconocer crisis terminales y esbozar una serie de vaguedades a modo de respuesta, revela que sus miradas evidentemente no son tan dramáticas como los problemas que describen.

    Será que su inserción institucional, el lugar desde el cual opinan y la responsabilidad que les cabe en la decadencia, resultan grandes inhibidores a la hora de ejercer una crítica profunda e independiente.

    Saludos!

    "La vieja escuela no sirve en el siglo XXI"
    http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1256430

    21 de April de 2010 at 7:24 pm

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