Menos consistencia que un postre de Royal

Como para no perder la costumbre, y ya que hace un tiempo que no los torturo con publicidades, les quiero comentar un nuevo comercial de Royal. Bajo el lema de "Una contradicción más en tu vida", el comercial apuntado a promocionar los postres de bajas calorías de la empresa, se propone mostrar las diversas contradicciones que enfrenta la mujer hoy en día. Así podemos apreciar todos los clichés de siempre, mostrándonos a las mujeres como unas histéricas, chismosas, "sometidas culturales" y otras tantas cosas. Lo que quizás represente un paso cualitativo respecto de otros comerciales analizados aquí, es que no sólo se perpetúan los peores estereotipos femeninos -que a muchas les resultan simpáticos o geniales, sino leer los comentarios debajo del video-, sino que se legitima un estado de "contradicción" como un estado natural o esperable, inoculando la sensación de una irremontable incoherencia con la que hemos de convivir casi felices; incluso el lema también parece indicar que si ya tenés acumuladas un par de inconsistencias, no te gastes demasiado (o algo) en analizar qué pasa, total, una mancha más al tigre…

¿Qué rol juegan estos productos en un momento en que pareciera costar tanto ser consecuente con las elecciones que se toman y en el que una realidad "fragmentada" o "disociada" se postula como una solución viable?

""Una contradicción más en tu vida", JWT presenta su nuevo trabajo para Manjares Light de Royal."

(Acordate que también podés responder este comentario en IndependNet: http://www.independnet.org/site/index.php#espacial/default//panel_close/panel_close_s///objeto/c/fs_tipo_ppa=24&fs_tipo_ppa=24&id_ppa_foco=872)

Laura
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  • Daniela.
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    Hola Lau, me encantó este post tuyo, comparto la indignación…la verdad que no había visto esta publicidad…parece que bajo la tonalidad de chiste a una la incitan a ser una perfecta pelotuda, donde los únicos intereses que puede tener son seguir patrones de conducta establecidos que no llevan a perpetuar más que a una imágen hueca, contradictoria, caprichosa y lo peor, sin sentido…pero que mejor que tener un agujero en el alma, peleados con nosotros mismos, para ser un buen consumista? acá te mando unas lineas que me pareciron interesantes de un texto de Rousseau que encontré (más allá de lo que después se pueda aprovechar o criticar en él, me parece bastante acertado y un aspecto poco propagado de su pensamiento): el hombre sociable siempre fuera de sí no sabe vivir más que en la opinión de los demás y , por así decir, es del sólo juicio ajeno de donde saca el sentimiento de su propia existencia…al reducirse todo a las apariencias, todo se convierte en ficticio y fingido: honor, amistad, virtud, y con frecuencia hasta los vicios mismos, de los que finalmente se encuentra el secreto de glorificarse; cómo, en una palabra, al pedir siempre a los demás lo que nosotros somos y no atreviéndonos a preguntarnos sobre ellos a nosotros mismos, en medio de tanta filosofía, humanidad, educación y máximas sublimes, no tenemos más que un exterior engañoso y frívolo, honor sin virtud, razón sin sabiduría y placer sin dicha".

    29 de March de 2011 at 6:33 pm
  • Lau
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    Hola Daniela, ¿qué tal? Me alegra saber que no soy la única que se indigna con estas bazofias, si bien te soy sincera, hay una frase tuya que me desconcertó un poco. Decís, "pero que mejor que tener un agujero en el alma, peleados con nosotros mismos, para ser un buen consumista?". La verdad que no veo exactamente a qué viene el tema del consumismo cuando lo que estamos intentando hacer aquí es un análisis cultural, aunque se sabe que es una publicidad orientada a vender un producto. Es decir, quizás lo más preocupante desde mi perspectiva es cómo estos productos culturales (entendiéndolos de esta manera ya que son fruto de esta cultura) promueven determinados valores y refuerzan sistemáticamente ciertas ideas, más que si me están vendiendo un postre de bajas calorías; algo que en algún punto entendemos que sucede cuando vemos un comercial (ninguna sorpresa allí), y para lo que en cierto sentido estamos preparados. Lo que no sé si imaginamos o pensamos cuando vemos una publicidad usualmente, es qué tipo de conexiones más sutiles se establecen con la vida que llevamos, las elecciones que tomamos y las cosas que hacemos todos los días… porque en definitiva, te están vendiendo algo para lo que una postura anticonsumista en un sentido tradicional no te inmuniza.

    Por otro lado, yo a la gente que produjo esto o a la gente a la que apuntan y que probablemente le guste este comercial, sinceramente no sé si la veo muy "peleada consigo misma"… de hecho te diría todo lo contrario, más bien los veo en la tónica que describía antes, resignados a aceptar las contradicciones y desperfectos tal cual se presentan.

    Un beso!

    29 de March de 2011 at 8:24 pm
  • Greta
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    Creo que está bueno rescatar la discusión sobre consumo, pero que la capitalizamos más si lo analizamos desde el lado opuesto: el de los autores. Entiendo y comparto que los señores responsables de la publicidad están generando, indudablemente, un tremendo impacto cultural. Pero desde una perspectiva del tipo de "la sociología de los publicistas" (o lectura comprensivista) se desprende que la motivación de su acción creativa (si se puede llamar así) reside no en el interés de perpetuar ciertos patrones de conducta, sino que se valen de ellos como medios para otros fines más explícitos: vender un X producto. Lo interesante acá sería ver hasta qué punto aceptan transar con ciertos patrones culturales para cumplir sus objetivos: cómo sin pensarlo mucho se vuelven mercenarios. Creo, aunque algunos de los comentarios del video me hacen dudar de mi acierto, que para cualquier persona con un mínimo de sentido común, la publicidad es aberrante en el punto que marcaste vos con respecto a los estereotipos (no incluyo a la cuestión de la poca consistencia y las contradicciones porque creo que es más sutil y para muchos seguramente o imperceptible o legítima). Pero al mismo tiempo, la invisibilidad de la cultura, junto con la tendencia a "rescatar" de las publicidades lo gracioso, lo identificatorio e incluso lo "artístico" (en los comentarios se evidencia como se elogia o critica al comercial por su similitud estética con Lady Gaga) hacen que, de parte de los consumidores, las potenciales catástrofes culturales sean dejadas de lado y comulguen con los publicistas.

    29 de March de 2011 at 9:06 pm
  • Charly
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    Hola Gret,

    En primer lugar, me resulta simpática la representativa invocación a la sociología para permitirnos interpretar algo evidente y que difícilmente alguien ponga en discusión: que el objetivo consciente primario de los realizadores es vender el producto explícito.

    En segundo lugar, sabiendo esto, no veo cómo podemos capitalizar la problemática del consumo, ya que me parece secundario si la gente come más o menos cantidad de postrecitos en comparación con el análisis de impacto cultural mencionado. La transacción más significativa que está teniendo lugar aquí, aún fuera de la voluntad o el contrato, es la afirmación de ciertos rasgos culturales, entreverada en este caso en una comunicación comercial, como también ocurre en instancias que nada tienen que ver con lo publicitario o el consumo.

    Y debido a la llamativa "invisibilidad" en la que acertadamente reparás, tenemos un escenario interpretativo desbalanceado y tramposo: lo más importante y trascendente para nuestras vidas, no se ve! Y lo que se ve y es fácil, accesible y está a "flor de discurso" es algo de dudosa utilidad. Por eso, yo no coincido en que, como vos sugerís, para la mayoría de la gente la pieza resultaría culturalmente aberrante. Ese plano, lisa y llanamente no se analiza, y puestos a hacerlo me inclino a pensar que una buena parte del público se identificaría.

    En resumen, la Cultura es compleja precisamente porque opera entre bambalinas y más allá de los intereses declarados o involuntarios de sus "actores".

    Por eso, en mi opinión, resulta fundamental alinear nuestras herramientas modelísticas y discursivas para que reflejen de manera prioritaría los procesos más trascendentes de cada episodio a analizar.

    29 de March de 2011 at 10:36 pm
  • Greta
    Reply

    Tenés razón Char, es evidente que los publicistas están movidos por su afán de vender el producto. Tal vez al destacarlo contribuyo más a mantener la invisiblidad que ambos reconocemos, no fue de ninguna manera mi intención. Sin embargo me pareció importante destacarlo (tal vez sin razones suficientes) para evitar caer en una interpretación tipo "buenos y malos" donde los agentes serviles a la cultura lo son deliberadamente. Creo haber dejado claro en mi post que adhiero a la postura de Lau por la cual el interés reside en ver "cómo estos productos culturales (entendiéndolos de esta manera ya que son fruto de esta cultura) promueven determinados valores y refuerzan sistemáticamente ciertas ideas". Mi intención fue complementar y también matizar la lectura haciendo un muy humilde aporte que consiste en marcar esa distinción que se podría entender como la diferencia entre publicidad y propaganda. Ambas actividades generan su impacto social pero no pueden ser medidos por la misma vara pues son muy distintos entre sí (no creo que merezca el mismo análisis un pastor tratando de predicar su evangelio que una modelo posando para una foto). Tal vez es una obviedad, pero me pareció que no se perdía nada con explicitarlo.

    Además, mi intención fue suscitar lecturas donde no sólo se ponga bajo la lupa los evidentes (para mi al menos) efectos de la publicidad sino también otra área de la cultura que permanece aun mas invisible, la cuestión de la poca reflexión que cada uno de nosotros tiene con respecto a nuestro accionar cotidiano, que refuerza o debilita, según el caso, determinado patrones. En lo personal noto que en especial los compromisos laborales están bastante libres de este tipo de planteos (y este es el caso del publicista que fue contratado por Royal).

    Otro argumento a favor de mi post anterior es que de no haber existido, probablemente no se hubiera mencionado en este thread tu valiosísima conclusión, cito, "En resumen, la Cultura es compleja precisamente porque opera entre bambalinas y más allá de los intereses declarados o involuntarios de sus "actores"." Creo que no es una cuestión menor el hecho de que la cultura opera más allá de esos intereses explícitos.

    En relación con otro punto de tu respuesta, creo que, si bien no es lo que me propuse antes, sí es relevante contabilizar cuántos postres se come una persona después de ver esta publicidad, pues puede ser indicador de dos fenómenos. El primero es válido para los que no se sensibilizan con este tipo de publicidades: el ya mencionado estado cultural en el que se encuentran (cual es el umbral de tolerancia). El segundo es para los que se ofuscan con la publicidad: cuál es la concepción que tenemos del cambio, y/o las herramientas que creemos válidas para accionarlo. Por ejemplo, si la próxima que vayamos al súper, vamos a pensar dos veces si comprar estos postres o no.

    Una pequeña aclaración con respecto al uso de la palabra "sociología": no me refería a lo que vulgarmente se entiende por sociología (en cuanto a un cuerpo de concepciones y aseveraciones sobre el funcionamiento de la sociedad), sino que en mi post anterior lo usé como complemento y sinónimo de comprensivismo (que es sólo una de esas múltiples interpretaciones, y según mi parecer muy valiosa) para facilitar la lectura. Reconozco que en mi intención por aclarar terminé oscureciendo el panorama, nadie tiene por que saber que con ese termino me refería a ciertas perspectivas de análisis que desenmarañan un fenómeno humano a partir de los orígenes sociales de un cierto grupo (He leído en un texto sobre una de las corrientes del marxismo, el "instrumentalismo" que al analizar la vinculación entre el Estado y el Capitalismo la explican a partir de lo que ellos llaman una "sociología de la clase dominante", esto es, que los gobernantes que ocupan el estado son miembros de esa clase y por eso modelan al estado en general y a las políticas publicas en particular de forma que sean afines al desarrollo del sistema y de sus propios intereses. En contraposición con otros enfoques también marxistas denominados "estructuralistas" que ven la vinculación entre Estado y capitalista como dos caras de la misma moneda, en términos de sus simultáneos orígenes históricos y de la lógica intrínseca de ambos por lo cual, independientemente de quien es el que ocupe el poder, se necesiten y complementen mutuamente). Hice este largo paréntesis para ver que las lecturas a veces más evidentes tienen su contracara, y por ello merecen ser explicitadas, aún a riesgo de repetir obviedades.

    29 de March de 2011 at 11:39 pm
  • Pablo M.
    Reply

    Hola Great!

    Bueno, hay varias cosas de esta discusión que me parecen muy interesantes, pero me voy a enfocar más que nada en tu cometario, para darle una continuidad a la discusión.

    Creo que analizar si los publicistas terminan fomentando aspectos nefastos de esta cultura de manera intencional o inconsciente, o si es publicidad o propaganda, para mi carece de interés, si lo que queremos es hacer un análisis profundo. Ya que por más que podamos determinar esto último (si el publicista intencionalmente fomenta determinados valores con un claro fin propagandístico), encontraremos una enorme mayoría de agentes que terminarán haciendo el mismo trabajo sin proponérselo. Es decir, más allá de que entiendo la diferencia y puedo asignarle a uno una connotación más negativa que al otro, me parece irrelevante ya que significa una proporción ínfima del volumen total de aportes.

    Después decís algo realmente interesante, ya que te referís a "la poca reflexión que cada uno de nosotros tiene con respecto a nuestro accionar cotidiano, que refuerza o debilita, según el caso, determinado patrones". Este me parece que es un punto fundamental para empezar a comprender lo que es realmente generar una cultura independiente.

    Yo, por lo menos, trato de hacer esa reflexión constantemente, porque en definitiva uno construye cultura con cada gesto, con cada charla, con cada publicidad, con cada cosa que hace, y creo fervientemente que el mundo sería muy diferente si esta dinámica fuera, por lo menos, un poco más común.

    Pero también es importante, no caer en la trampa de empezar a hacer ciertas justificaciones, como las que intuís acerca del mundo laboral "En lo personal noto que en especial los compromisos laborales están bastante libres de este tipo de planteos (y este es el caso del publicista que fue contratado por Royal)". Hay que llevar la responsabilidad de la acciones al individuo, no hay que comerse el caramelo del pobre publicista indefenso que es presa de las empresas fomentadoras (consiente o inconscientemente) de los valores más nefastos, o como podríamos denominar socarronamente "carentes de responsabilidad cultural". Si al publicista lo contrata el diablo y el decide hacerle la publicidad, es igualmente responsable de seguir tirando basura al ambiente.

    Y la misma responsabilidad se aplica al individuo que está del otro lado viendo este spot. Primero para empezar a visualizar y dar relevancia a estas cuestiones para que no le pudran el cerebro (porque en algún punto, tragarse esta porquería tiene algún costo, pero eso para otro post) y después comprometerse, analizar y modelizar, para que toda esta dimensión que parece oculta no sean tan invisible. Ese es el primer paso y esa me parece una acción realmente significativa, porque a partir de aquí se puede empezar a construir otra cosa, comprar o no comprar el postre termina siendo irrelevante.

    Saludos!
    Pablo M.

    30 de March de 2011 at 4:28 am
  • Daniela.
    Reply

    Hola a todos, estuve leyendo los comentarios sobre esta publicación que, como ya expresé me pareció muy buena…quizás soy ajena a la manera de expresarse que tienen, un poco por ignorancia, un poco por elección…por eso muchas veces yo también utilice expresiones que no sean del todo reconocibles para ustedes, a veces uso metáforas para expresar una situación no comprensible (cabalmente) con la sola razón…
    Pero a lo que iba es a hacerles una pregunta, qué entienden ustedes por cultura? porque a mi me da la sensación como si hablaron de algo dado, dinámico y complejo, pero dado…en este caso de la promoción de ciertos valores.
    Por ejemplo, yo cuando hablo de consumismo, no me refiero simplemente al acto de proveerse de algún objeto en particular y el valor social que se le puede dar a la acción de consumir…si no a la necesidad, ansiedad por llenar un hueco de manera inercial, sin motivo consciente, sin sentido aparente…y ésto es consecuencia y a la vez causa de la cultura que tenemos y fomentamos cada día…por qué hablo del agujero en el alma? por la fragmentación, es dificil alimentar la voluntad propia, las elecciones concientes si tenemos un mapa del mundo fragmentado, es difícil encontrarle sentido, y mucho menos nuevos sentidos. La cultura en la que vivimos, en mi opinión, fomenta la fragmentación entre el cuerpo y la mente, la mente y las emociones, la imaginación y la sensibilidad por un lado y la razón por el otro, el yo y el otro (sin comprender la alteridad) y de esta forma es dificil lograr algún grado de plenitud en la vida. Qué hay en el corazón de una cultura? qué nos quita y qué nos da a cambio?.
    En otra publicación, Charly me comentaba sobre la cultura de la muerte… no se explayó mucho en ella por lo que voy a expresar mi visión…la muerte es parte de la vida, es así que se regenera, cambia muta…ciertamente puede muchas veces ser muy trágica para nosotros…pero al no comprender que la vida y la muerte son parte de un mismo proceso, nos fragmentamos…y tememos…le tememos a la muerte, porque primero le tememos a la vida…y esto no nos permite ser plenos, completos. Y es a partir de ese miedo que elaboramos estrategias, donde queremos perpetuar algunas cosas y por otro lado acelerar otras…tal es el ejemplo de evitar los lutos con fármacos, sin tener en cuenta que hay cosas que la emocionalidad tiene que procesar…
    Quizás me fui de tema, sepan disculpar, soy nueva :P…espero haber aportado algo : ).

    Saludos!

    30 de March de 2011 at 7:43 pm
  • Charly
    Reply

    Bueno Daniela (a.k.a. "La campeona del offtopic" ;)), te respondo algunos puntos resumidamente:

    1) Desde la perspectiva tradicional, para el individuo la Cultura siempre ha sido algo dado en el sentido de la magnitud relativa a su potencial aporte y capacidad transformadora. Lo que se plantea acá es que un individuo puede generar su propio tejido auto-cultural, ergo rebelarse contra las culturas que lo circundan para ser Independiente.

    2) Uno de los grandes dilemas de esta época, en mi opinión, es el intento de modelar los problemas contemporáneos con representaciones obsoletas. Por eso es vital no caer tan fácilmente en los discursos anti-consumistas o anti-capitalistas que son tan funcionales para no plantearse los problemas de fondo. Pero estos discursos "prêt-à-porter" muestran una gran capacidad corrosiva y de inmiscuirse en problemas para los que sencillamente no están diseñados: te pongo otro ejemplo, más arriba, una brillante analista de la cultura como Greta (a.k.a. "Oscarcito" ;)) invocó a la sociología (más allá de si era una porción o una grande), para modelar algo para lo cual no hacía falta usar otra cosa que el sentido común. ¿Y el gran despliegue de Marx, el Estado y las clases dominantes? Esto es, en mi opinión, porque la cultura central se nos tiende a meter por todos lados y si uno se descuida un poquito, paf!… te copó la representación de una discusión.

    3) Te banco con lo de la fragmentación, que no es lo mismo que la segmentación. Y con la vida y la muerte hay que segmentar, no fragmentar. En lo personal, pienso que nos educan para rendirnos incondicionalmente ante la muerte, y eso está empezando lentamente a dejar de tener tanto sentido, sobre todo porque más allá del "costo" de la muerte (que hay que empezar a animarse a discutir), está el costo de vivir "a la medida" de la aparentemente indefectible finitud.

    Buena parte de la cultura y de los bagajes filosóficos dados son fundamentalmente recetas para "gestionar" la resignación. Llegó la hora de encontrar una filosofía y una cultura que no parta de esa prerrogativa derrotista y que pueda canalizar la natural aversión a la muerte que deberíamos tener (y conservar) los vivos, no sólo para maximizar las chances de expandir la superficie vital, sino también para poder tener vidas (más allá de su extensión) que no estén tan inspiradas en su eventual final.

    Saludos!

    31 de March de 2011 at 12:52 am
  • Babu
    Reply

    Hola Daniela, de los distintos temas que dejás picando quiero detenerme en la cultura…

    Para mi la cultura es un conjunto de valores, tradiciones e instituciones que marcan el pulso de una sociedad. Es el centro de un sistema que irradia todo lo que a su alrededor orbita.

    Analizar la cultura no es ni más ni menos que analizar cómo vive la gente, qué decisiones estratégicas toma, con qué instituciones se identifica. Yo creo que esta exploración es fundamental no meramente por un interés analítico sino por una cuestión bien trascendente: mirar a los otros es muy útil para tomar decisiones y planificar en la vida de uno.

    Va un ejemplo obvio: observemos cómo las distintas variantes del combo familia-matrimonio-descendencia, más allá de las estadísticas, se mantienen a través del tiempo como pilares organizativos de la vida de la mayoría de la gente. Ahora preguntémonos cómo es que una proporción tan alta de la población, independientemente de sus condiciones geográficas y socioeconomómicas, abreva en la misma fuente. Es más, vale preguntarse cómo es que, a pesar del fracaso manifiesto de estas instituciones, siguen teniendo esa centralidad. Creo que sólo analizando la cultura podemos encontrar esas respuestas.

    Si tomamos perspectiva, con razón interpretaremos que todo se mueve en una misma dirección, de manera uniforme. Pero si nos detenemos en cada componente atómico, en cada individuo, la cosa se complejiza. Ahí veremos que cada uno es dueño de sus decisiones y que, en cada decisión que tomamos en la vida, se puede apreciar cuánto nos aproximamos o nos alejamos de ese centro hegemónico.

    Saludos!

    31 de March de 2011 at 2:50 am

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