Interpretaciones accidentadas

¿Cuándo podemos dejar de hablar de un accidente, y pasar a hablar de una falla humana, de una tendencia en la cultura o incluso de un acto deliberado? Quizás resulte difícil trazar líneas claras cuando se habla del comportamiento humano, sin embargo, la realidad ofrece cada vez más evidencias como para animarse a hacer lecturas que nos alejen del campo de lo casual, lo aleatorio, y nos acerquen a interpretaciones más incisivas y críticas de lo que está sucediendo. Un campo fértil para testear esta hipótesis es el de las tragedias viales, que han recrudecido en el último tiempo (Argentina se posiciona cómodamente al tope en el ranking mundial de accidentes de este tipo), dejando entrever funcionamientos intrínsecos a esta cultura que son bastante cuestionables.

Algunos ejemplos…

*Luego de los dos incidentes de la semana pasada en donde murieron 11 nenes, se mencionan las siguientes estadísticas: cada año mueren más de 300 chicos de menos de 15 años en choques o atropellados (un 8,12% del total de muertes de este tipo, con un crecimiento respecto del 2009). Sobre estos alarmantes datos en una nota reciente se menciona la manera de proceder respecto del uso y acondicionamiento de vehículos para transportar niños: "A nuestros niños, que se supone son el tesoro más importante, les entregamos como vehículos escolares aquellas unidades que desechamos del transporte público de pasajeros. Usamos las mismas para transportar escolares los días hábiles, adultos al hipódromo, barras de fútbol a las canchas, y militantes a los actos políticos". Nótese también que los coches que están más arruinados, los usan para las colonias de vacaciones.

*Por primera vez en la Argentina compañías de seguros evalúan ofrecer pólizas especiales con descuentos a los conductores que actúen con responsabilidad, con el objetivo de disminuir la altísima siniestralidad en la franja de edad que va de los 17 a 30 años, ya que según estadísticas nacionales e internacionales, esta es la franja más afectada (en muchos casos jóvenes sin experiencia que están haciendo sus primeros pasos en el manejo).

*En lo que refiere a los ciclistas y sus conductas en la calle, un estudio reciente de "Luchemos por la Vida" sobre 1400 casos revela una actitud bastante temeraria (por no decir algo soberbia) por parte de los ciclistas, quienes no cumplen las normas de tránsito ni consideran a los peatones. Así se obtiene que el 61% no se detiene ante los semáforos en rojo, el 84% no respeta la prioridad peatonal, el 16% circula en contramano y el 87% no usa casco, entre otras actitudes peligrosas. Algo interesante de analizar en particular en relación a movimientos con creciente popularidad como el de "Masa Crítica Argentina", que reclama un mayor respeto por el ciclista, pero como analizábamos hace un tiempo en Club I+ (https://www.riorevuelto.org/site/index.php?text=ag_2&tipo=club&modo=reu&id_evento=402&filtro=todo&offset=12&nom=club) relativizando las normas existentes y poniendo en riesgo las vidas propias y ajenas.

¿Cómo no preguntarnos si no deberíamos hablar de desprecio por la vida en vez de falta de educación o de conciencia, de comportamientos sospechosamente resentidos antes que de descuidos familiares? O tal vez, como sugería uno de los directores del SAME semanas atrás, tal vez deberíamos dejar de hablar de accidentes de tránsito y referirnos a una epidemia… Un cambio en los términos de referencia para dar lugar a la complejidad, que de una u otra forma, se abre paso continuamente.

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Riorevuelto
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