“Rebeldía soft” para consumo rápido

Es posible trazar algún vínculo entre las siguientes postales urbanas: por un lado, miles de jóvenes asistiendo a un megarecital cuya principal línea conceptual consiste en un discurso anti-consumo y anti-sistema pero que está patrocinado por grandes corporaciones. Por otro, una incipiente tendencia en donde la utilización de la palabra "guerrilla" se aplica a casi cualquier actividad realizada furtivamente en la ciudad (incluso si hablamos de jardinería o de tejidos).

Bienvenidos a una época de "rebeldía soft" para las nuevas generaciones, en la que la noción de lo que implica rebelarse puede entenderse de manera muy amplia, a veces generando ciertas contradicciones, otras sobrecargándose términos tales como "guerrilla", "revolución" o "cambio" de tal modo que uno se termina preguntando cómo se llega a hablar de un cambio social o cultural partiendo de la compra de unas zapatillas o el sembrado de una planta en una plaza.

Así, se observan situaciones francamente llamativas que parecieran pasar desapercibidas ante el ojo del espectador. Se puede asistir a un evento en el que se critica el consumo masivo y la invasión corporativa (The Wall), al tiempo que el estadio donde se presenta el mismo show está tapizado con publicidades de grandes marcas, o incluso cuando corporaciones utilizan el fenómeno para vender productos vinculados con lo que se intenta cuestionar (en las inmediaciones del estadio se podía ver a promotoras de McDonald's con remeras de The Wall customizadas por la empresa, sólo por citar un ejemplo).

De igual manera, una nota reciente de La Nación da cuenta del fenómeno de las "gardening guerillas", refiriendo a los "activistas del jardín" que inspirados en el movimiento del graffiti (otra actividad tildada de "subversiva" que ameritaría una revisión del término) se dedican a embellecer las calles y eventualmente reutilizar lugares abandonados para huertas comunitarias -quizás un indicador de lo inofensivo de esta iniciativa sea que ha inspirado un show de TV (http://ten.com.au/guerrilla-gardeners.htm). Lo que es más, incluso se ha extendido una nueva forma de "guerrilla" llamada "yarn bombing" o "guerrilla knitting" (http://www.independnet.org/site/index.php#espacial/default/descripcion/panel_close/panel_close_s///tendencia//fs_tipo_ppa=26&id_ppa_foco=2341) en la que se crean tejidos que cubren infraestructura pública con el objetivo de sorprender a los transeúntes.

¿Acaso el gesto poético (artístico u de otra clase) ha sobrepasado su valor por encima de lo que debería? Tal vez esta reutilización de los términos, este desdibujar los significados y las referencias se encuentre a tono con el creciente desapego por lo estructural, y así como la falsificación y la mentira operan alejándonos de la verdadera estructura, también lo hace este conveniente renombramiento. Una simulación de rebeldía que más que incomodar, calma y adormece.

Guerrilla Gardeners: jardineros de guerrilla
http://blogs.lanacion.com.ar/jardin/jardineria/guerrilla-gardeners-jardineros-de-guerrilla/

Riorevuelto
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