“Workaholism”, otra cara del enfrentamiento con el propio tiempo

Por Laura Marajofsky

De entre un mar de frases al estilo “Ama tu trabajo” e imágenes alusivas reposteadas incesantemente en las redes sociales empieza a asomar una realidad distinta, un escenario que difícilmente pueda seguir pasando desapercibido. De acuerdo a evidencia reciente ya es posible hablar de la adicción al trabajo (o “workaholism”) como un fenómeno global de proporciones epidémicas. Augurio suficiente debería ser que en un país como España, en plena crisis económica, el porcentaje de adictos al trabajo tenga proyectado crecer para el año 2015 de 4.6% a 11.8% según un artículo publicado por la revista especializada “The Fix”.

Esta misma nota señala que unas de las cosas más complejas a la hora de discutir sobre la adicción al trabajo es superar la condescendencia que se tiene para con el tema, ya que en muchos ámbitos no se considera esta compulsión como una verdadera enfermedad – incluso se la referencia como una “adicción respetable”, por más contradictorio que suene.

Así, el reconocimiento de que una persona pueda tener una relación poco sana con su profesión (algo que reviste gran interés dado el lugar que ocupa el trabajo en nuestra cultura), queda minimizado en el mejor de los casos.

Como explica el especialista Bryan Robinson al hablar de la “glorificación” de esta enfermedad, una postura común suele ser “¿Cuál es el problema con trabajar duro?”, y es que según Robinson la ética de trabajo es una idea muy arraigada en la sociedad en general. En el artículo mencionado también se cita un estudio reciente proveniente de Francia donde se propone insólitamente que la adicción al trabajo puede ser beneficiosa para los individuos, organizaciones y sociedades, y hasta se comenta que se ha acuñado el término “engaged workaholic”.

Resulta también muy curioso que el DSM (The Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders) en su versión actual no contemple siquiera a esta dependencia. Es sabido que se está evaluando incluirla en la próxima versión junto con otras conductas como la adicción a la tecnología, al sexo y a las compras compulsivas, pero todavía hay muchas dudas respecto de que esto se vaya a efectivizar (http://www.dsm5.org/Pages/Default.as... ).

Pero dejando a un lado por un momento cuestiones de definición y de reconocimiento cultural, sería interesante indagar qué significa que estemos ante una inminente epidemia de adictos al trabajo hoy, cuando parecen abrirse tantos interrogantes respecto de cómo se supone que un individuo se auto-defina, utilice su tiempo y a su vez realice un aporte en el mundo.

Sobre todas estas ideas les recomiendo escuchar nuestro debate en el último Club I+ (a partir del minuto 1:01:20)
https://www.riorevuelto.org/site/index.php?text=ag_2&tipo=club&modo=reu&id_evento=484&nom=club

Y aquí les dejo la nota original
“Workaholism” is real
http://www.salon.com/2012/10/02/workaholism_is_real/ 

Riorevuelto
2 Comments
  • Daniela
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    Es interesante este punto..adictos al trabajo, sobre todo cuando el mismo se haya tan escindido de la vida y de una posible autorealización del ser humano en cuanto a la realización de sus potencialidades de desarrollo en lo diverso. Cuando nos encontramos tan alienados en la cadena de montaje en la cual somos medios que difícilmente comprendan el sentido y el lugar que ocupamos en el sistema. Tal vez se trate de una fallida búsqueda de identidad, la imperiosa necesidad de encontrarse definido por el adecuamiento a un sistema que haga de contención ante el vaciamiento de las instituciones que antes jugaban ese rol, como el de comunidad o familia. No creo que nos encontremos ante una cultura de individuos fuertes, ni de comunidades fuertes con valores que no ronden alrededor de una economía cada vez más rapaz, de relaciones utilitarias y psicopáticas. Todo se vuelve cada vez más superficial, cada vez más impermanente y a su vez más fragmentado. Será tal vez la búsqueda de seguridad y el miedo a no encajar en esta sociedad que no está hecha en función de la vida sino para devorársela? Será acaso una forma de suicidio encubierto?

    31 de October de 2012 at 1:58 pm
  • Laura
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    Hola Daniela, cómo va? Tengo que decirte que coincido con algunas cosas que mencionás, fundamentalmente la primera parte en donde hacés referencia al hecho de que nuestro trabajo suele estar escindido de la idea de auto-realización y el aprovechamiento de nuestras potencialidades. Percibo que vos entendés que el motivo por el cual se dan fenómenos de estas características y el “mundo del trabajo” entra en crisis es porque el sistema no contiene lo suficiente, o porque las instituciones tradicionales se desmoronan y no hay ningún reaseguro. Es una realidad que los modelos tradicionales están caducos, pero creo que el que tiene que proveerse de soluciones útiles y sustentables es en todo caso el individuo y no el sistema (y más viendo las fallas recurrentes del mismo). De hecho habría que preguntarse si la disfuncionalidad y fragmentación que se da en el campo laboral/productivo no cuadra perfectamente con este sistema cultural. Como sugería Dani el jueves pasado… ¿qué empleador no diría “quiero un par de workaholics para mi empresa”?

    Tampoco le acreditaría al sistema económico actual la responsabilidad de que una persona genere dinámicas compulsivas o disociadas con su profesión…me parece quizás un poco complaciente para con el hombre.

    Por último, no sé si la cuestión pasa exactamente por el miedo a no encajar como sugerís, sino creo yo por una dificultad en lo que son las diagramaciones de vida de las personas (el tema de la “gestión personal” que se viene trabajando en el Club) y la manera en que se connota el trabajo hoy. Pareciera que hay dos extremos, o se considera al trabajo como una instancia meramente productiva o de supervivencia y se renuncia a pensarlo más en conexión con un desarrollo individual y de aporte al mundo, o se constituye en algo tan central para la construcción identitaria que también se corre el riesgo de caer en simplificaciones -y quizás hasta de favorecer dinámicas adictivas.

    2 de November de 2012 at 3:00 pm

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