Una iglesia para los “no creyentes”: ¿el colmo de las contradicciones?

Por Laura Marajofsky

De acuerdo a Sanderson Jones and Pippa Evans, dos comediantes de stand-up británicos que acaban de crear la primera “iglesia para ateos” en Londres, lo que la gente busca hoy es conectarse con otros y sentirse en comunidad. Así comenzaron a realizar servicios dominicales para personas no creyentes en los que cantar, juntarse a escuchar charlas (desde lecturas de clásicos a conferencias de física), hablar con otros o simplemente estar en silencio son algunas de las actividades que se realizan -también hay colectas, aunque en este caso para pagar el alquiler de la iglesia.

Su objetivo: tomar las cosas que ellos consideraban positivas de la religión y usarlas en su beneficio y de acuerdo a sus ideas.

“I would go to a carol service or a friend’s wedding, and there would be so much about it that I really liked – the togetherness, the rituals – but I just couldn’t get past the God bit. Atheism has been caricatured as a cold, empty position, he says.” (http://www.guardian.co.uk/world/2013/feb/03/atheist-church-sunday-assembly-islington)

Los primeros servicios realizados en el mes de Enero fueron todo un éxito con más de 200 participantes (en un país en que el último censo muestra un creciente número de personas que se consideran “no-religiosas”).

Si bien la propuesta -no exenta de cierto humor- ha generado críticas tanto del lado religioso como del lado opuesto ya que se considera una contradicción hablar de ateísmo en estos términos, es interesante para analizar cómo la búsqueda de cierta “alternatividad” siempre parece terminar encausándose en los canales más centrales y masivos.

Más allá de las contradicciones “formales” de la propuesta, lo que se evidencia es la profunda necesidad de reconocimiento y aceptación cultural de aquellas minorías que no terminan de poder pararse cómodamente ante lo hegemónico.

Esto se confirma cuando uno de los asistentes a estos eventos cuenta qué le atrae de la propuesta: “I think people need that sense of connectedness because everyone is so singular right now, and to be part of something, and to feel like you are part of something. That’s what people are craving in the world.”

Por otro lado, ante la iniciativa de reunir gente con ganas de vincularse con otros, o de desarrollar su espiritualidad por fuera de lo religioso, uno podría preguntarse por qué recurrir entonces a rituales religiosos en vez de crear nuevas convenciones. Referentes contemporáneos del ateísmo como el escritor Alain De Botton incluso afirman que quizás esta ideología debería ser referenciada de otra manera, él sugiere “cultural humanism”.

A esta dificultad para constituirse en algo esencialmente diferente a lo que existe sin temor a no ser reconocido, hay que agregar quizás otra cuestión, la dificultad para concebir la espiritualidad por fuera del contexto religioso. De hecho, un fenómeno surgido en EEUU en respuesta a esta problemática es el de las personas auto-denominadas “SBNR”, “spiritual but not religious” (http://www.bbc.co.uk/news/magazine-20888141), un movimiento que ha crecido en los últimos años y ha llegado también a Europa.

Escuchá más sobre este tema en la última reunión del Club I+:
https://www.riorevuelto.org/site/index.php?text=ag_2&tipo=club&modo=reu&id_evento=497&nom=club

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