La “burbuja artística” llega al cine indie

Por Laura Marajofsky

El estado actual de la industria cinematográfica independiente en los EEUU parece haber llegado a un claro “cul-de-sac”: se producen más películas de las que la gente está interesada en ver. Así lo reflejan artículos recientes en los que se puntualiza que la cantidad de películas de este tipo que han inundado cines y festivales en los últimos años, lejos de ser un signo de salud y productividad, podrían ser algo contraproducente para la comunidad artística y el público. Yendo aún más lejos, se sugiere que la maquinaria productiva detrás de la industira se asemeja cada vez más a la de Wal-Mart, en el sentido de promover y sostener una producción en serie de baja calidad.

“La economía de la oferta promovió la llamada era del Wal-Mart -una abundancia de productos de baja calidad en el nombre de la “competencia”. Mientras que la industria cinematográfica indie no es Wal Mart, los procesos de producción (y sus resultados) se están pareciendo cada vez más, y esto debería preocuparle a cualquiera que le importe la industria”

Es significativo -y absolutamente coherente- que en un momento de crisis artística generalizada se catalicen esta clase de procesos, permitiendo revisar el estado actual de la predisposición creativa y reflexionar sobre el impacto que tiene tanto el subsidio cultural como el económico en el arte. Quizás también sea interesante preguntarse por los efectos a largo plazo que podrían tener políticas de fomento compulsivo de esta clase de industrias, localmente referenciadas como “industrias creativas” (http://www.cmd.gov.ar/industrias-creativas/que-son), en un panorama de sobreabundancia artística pero poca creatividad…

Resulta paradigmático que sea precisamente la industria cinematográfica “indie”, considerada históricamente un reducto para voces y perspectivas “independientes”, la que entre en crisis y se empiece a replantear la necesidad de decir menos, y sobre todo, mejor (“Hay demasiadas películas mediocres, olvidables y simplemente malas llegando a los cines, abrumando a la audiencia).

Por último rescato una descripción que es muy representativa de esta especie de “burbuja artística” que parece estar generándose, y que explica que hay más gente queriendo hacer cine que ir a verlo, disparando interrogantes respecto del sentido mismo de la producción y la calidad de los productos.

“El impulso por hacer una película ha excedido con creces al impulso de salir e ir a ver una al cine. Es lamentable pensar que el cine se haya convertido en un hobby para aquellos que pueden pagarlo o que tan pocas de estas películas estén teniendo algún impacto…”

America’s next Wal-Mart: The indie film industry
http://www.salon.com/2014/02/22/amer…

Riorevuelto
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